La reducción de las emisiones en el sector alimentario requiere acciones coordinadas entre productores, empresas y consumidores. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el portal especializado en la industria de alimentos y bebidas, The Food Tech, las siguientes estrategias son clave:
- Producción de proteínas alternativas. Fomentar el desarrollo de sustitutos de carne y lácteos a base de vegetales, insectos o carne cultivada en laboratorio. Estas opciones requieren menos recursos y generan menores emisiones.
- Mejoras en la alimentación animal. Optimizar piensos para reducir el metano emitido por el ganado, además de implementar tecnologías que minimicen las emisiones derivadas del estiércol.
- Prácticas agrícolas sostenibles. Adoptar técnicas, como la agricultura regenerativa para mejorar la salud del suelo y aumentar su capacidad de capturar carbono, y medidas, como reducir el uso de fertilizantes químicos, son alternativas más amigables con el entorno.
- Optimización de la cadena de suministro. Implementar sistemas logísticos más eficientes para disminuir el impacto del transporte y almacenamiento de alimentos.
- Economía circular. Aprovechar residuos alimentarios para producir biogás o fertilizantes naturales o diseñar envases biodegradables o reutilizables para reducir la dependencia de plásticos son una buena manera de adentrarse a este modelo económico.
- Inversiones en eficiencia energética. Incorporar energías renovables en plantas de producción y transporte, y modernizar equipos para mejorar el uso eficiente de recursos.
Reducir las emisiones generadas por los alimentos es una tarea compartida. Desde decisiones conscientes en nuestra dieta hasta innovaciones tecnológicas en la industria alimentaria, cada acción suma para mitigar el impacto ambiental.
Los dueños de Grupo Kosmos, Empresa Socialmente Responsable, reconocen que es crucial reflexionar sobre cómo pequeños cambios en nuestras formas de producir y consumir pueden contribuir a un futuro más sostenible.