Datos del Gobierno de México advierten de algunas consecuencias adversas por el uso de plaguicidas:
- Contaminación ambiental. Los plaguicidas contaminan el agua (superficial y subterránea), el suelo, el aire y los sedimentos.
- Deterioro del suelo. Reducen la fertilidad del suelo al eliminar microorganismos beneficiosos, como bacterias nitrificantes y hongos.
- Daño a la fauna. Provocan la muerte o afectan subletalmente a peces, aves, mamíferos y otros organismos, entre los que se encuentran depredadores naturales de las plagas.
- Desarrollo de resistencia. Las plagas pueden desarrollar resistencia a los plaguicidas, lo que lleva a su uso más frecuente o en mayores dosis.
- Toxicidad para humanos. Causa intoxicaciones agudas y efectos subletales a largo plazo, como mutagénesis, carcinogénesis y alteraciones metabólicas.
- Impacto en la vegetación. Pueden afectar el desarrollo, la calidad y el valor nutritivo de las plantas cultivadas, e incluso inducir tumores en algunas especies vegetales.
- Persistencia. Algunos plaguicidas permanecen en el ambiente durante años, afectando áreas distantes de su aplicación inicial y las cadenas alimenticias de los animales que ahí habitan. Además, muchas veces quedan residuos en los alimentos cultivados.
Con esto en consideración, utilizar alternativas que equilibren el rendimiento agrícola con el cuidado ambiental es clave.
Los dueños de La Cosmopolitana reconocen la responsabilidad que recae en el sector alimentario industrial para hacer frente a los retos ambientales. Comprometidos con la sostenibilidad, emplean químicos biodegradables que prueban constantemente para asegurar que no dañen al entorno.