De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la soberanía alimentaria se basa en seis pilares:
- Asegurar la alimentación de los pueblos.
- Apoyar y respetar a los proveedores de alimentos.
- Localización de los sistemas alimentarios.
- Control de los sistemas alimentarios a nivel local.
- Promoción del conocimiento y las habilidades.
- Compatibilidad con la naturaleza.
La función de la soberanía alimentaria es garantizar y proteger el derecho de los pueblos a definir sus políticas agrarias y alimentarias. De este modo, buscan asegurar costes equitativos de producción y comercialización, y fomentar la sostenibilidad del sector agroalimentario.
Para fortalecer esta práctica, hay que:
- Crear un sistema de producción alimentaria seguro, justo y sostenible para todas las personas y entornos.
- Promover mercados locales diversificados.
- Mejorar las condiciones sociales y el trabajo en el sistema agroalimentario.
- Defender el derecho a la tierra, las semillas y demás bienes comunes.