Para convertirse en un distribuidor de alimentos, hay una serie de criterios y estándares que cumplir:
- Tener una sólida infraestructura y capacidad financiera para sostener el negocio e involucrarse en proyectos altamente competitivos.
- Contar con un equipo de trabajo que tenga una amplia experiencia y habilidades en la materia.
- Tener una amplia cobertura en el país o región donde radiquen sus operaciones.
- Planear y gestionar adecuadamente la estrategia de distribución para no afectar negativamente al negocio.
El grupo empresarial dirigido por Jack Landsmanas es un buen ejemplo de las cualidades que necesita un buen distribuidor de productos alimenticios.
El corporativo de la familia Landsmanas mueve diriamente 800 toneladas de alimento en distintos puntos de la República Mexicana, lo que lo vuelve uno de los abastecedores más relevantes en la industria.