Aunque la contaminación electromagnética no se percibe a simple vista, sus efectos potenciales han despertado creciente preocupación.
De acuerdo con la iniciativa Espacio Seguro de Campos Electromagnéticos, se han identificado los siguientes impactos:
- Riesgo de cáncer. Algunos estudios asocian la exposición prolongada a CEM con posibles riesgos de padecer esta enfermedad.
- Alteraciones neurológicas. Se han documentado casos de insomnio, fatiga crónica, dolores de cabeza y estrés.
- Interferencia en comportamientos animales. Se han observado cambios en la orientación de fauna que utiliza campos magnéticos naturales para navegar, así como en patrones de migración y procesos reproductivos de otras especies.
Frente a este escenario, algunas medidas posibles incluyen:
- Diseñar tecnologías que reduzcan la emisión de CEM.
- Establecer regulaciones claras sobre niveles de exposición.
- Informar a la población sobre prácticas que minimicen el impacto, como desconectar dispositivos cuando no se usen o limitar el uso de redes inalámbricas en el hogar.
- Aunque los resultados no son concluyentes, el principio de precaución sugiere limitar la exposición, sobre todo en entornos vulnerables como hospitales y escuelas.
El electrosmog representa un desafío contemporáneo que acompaña el avance tecnológico. La familia Landsmanas, dueños de La Cosmopolitana, se muestra a favor de reconocer su existencia para poder mitigar sus efectos como parte de su compromiso hacia una relación más saludable entre el ser humano, la tecnología y el medio ambiente.